Hay gente que nunca se equivoca y, por encima de ella, Steve Jobs. El inicio, el jueves, de las ventas en EE UU del móvil iPhone 4 ha sido un éxito , tal y como estaba previsto. Colas en las principales tiendas de Apple (San Francisco, Nueva York y Minneapolis) para llevarse más de 600.000 aparatos, previamente reservados. Con las ventas en Japón y otros países, según algunas fuentes, se podría haber superado el millón de unidades.
Sin embargo, a las pocas horas de ponerlos en marcha la gente comprobaba que la recepción era mala y que se perdía la conexión con demasiada frecuencia, unos fallos a los que los fieles de Apple no están acostumbrados. El problema no era de la Red, ni siquiera del aparato, sino del consumidor que se había dejado momentos antes unos cientos de dólares. Cuando llama, sus dedos tapan la antena del iPhone.