Foto: Per Frost/ing.dk.
¿Quién necesita a la NASA? No Peter Madsen y Kristian von Bengtson, dos daneses que han decidido, simplemente, viajar al espacio exterior por su cuenta y en su propia nave. El primer paso de gigante lo han dado este viernes tras lanzar con éxito el cohete no tripulado ‘Heat 1X/Tycho Brahe’ desde una plataforma marina situada en aguas de la isla de Bornholm. Un hito histórico nunca antes conseguido por una nave espacial privada. Como estaba previsto, el cohete cayó al mar minutos después del despegue.
Se trataba del segundo intento de ‘Copenhagen Suborbitals’, que es el nombre de la sociedad fundada para el proyecto, después del fiasco del pasado septiembre, cuando un fallo técnico impidió que se encendiese el motor. En esta ocasión les acompañó la suerte. Madsen, Von Bengston y sus 40 ayudantes necesitaban un día soleado y lo tuvieron.
«Que haga buen tiempo es crucial», explicó Von Bengtson antes del lanzamiento. «Las olas no pueden ser muy altas, no más de medio metro; el viento debe permanecer por debajo de los 5 metros por segundo; y el cielo no debe estar demasiado nublado para que podamos seguir visualmente al cohete. Y con lluvia es absolutamente imposible por el riesgo de que entre agua en el depósito de combustible».