Las críticas contra el servicio callejero se basan en que este muestra jardínes privados, matrículas de coches, así como rostros reconocibles de personas.
La máxima autoridad en protección de datos del país, Hanspeter Thür, ha solicitado la retirada del servicio hasta que la empresa cumpliera con las recomendaciones hechas por este organismo helvético.
Suiza ha recordado que la altura de las cámaras de los coches que Google utiliza para la toma de las fotografías es muy elevada, lo que les permite superar la altura de los muros de jardines y otras zonas cerradas privadas y recoger imágenes de espacios que no se ven desde la calle.
La empresa estadounidense ha mostrado su descontento sobre la decisión y por el momento el servicio sigue activo en todas las ciudades suizas. Esta no es el primer encontronazo de Google Street View con la legislación sobre la privacidad.