Centenarias disputas teológicas han estallado ahora en el ciberespacio, con las religiones tratando de influir en las futuras representaciones de la fe en Internet.
El escenario de esta rivalidad no es el púlpito o el boletín de la iglesia, sino la página web de ICANN, la corporación que concede las direcciones de Internet y que ahora quiere expandir sus dominios más allá de los típicos dominios .com, .org o .net
Cuando la ICANN empezó a aceptar solicitudes sobre nuevo nombres a comienzos de año, las pujas llegaron con las extensiones como .catholic (católico), .islam y .bible (Biblia). No tardaron en aparecer los que criticaban que cuestionaron el derecho de muchos solicitantes a monopolizar estos o aquellos términos religiosos.
«Respetuosamente le pido que no conceda .bible a un grupo de oradores fanáticos de la Biblia», escribió una persona crítica con la petición de la Sociedad de la Biblia Americana para hacerse con la extensión.
Cuestionando la petición de una empresa turca de tecnologías de la información para el dominio .islam, Fahd Batayneh, del Centro Nacional Jordano de Tecnologías de la Información, preguntó cómo se podía garantizar que productoras de pornografías o extremistas religiosos no usaran nombres con esa terminación.
ICANN (www.icann.org), la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números, aceptará peticiones para todas las aplicaciones durante otro mes y entonces evaluará las propuestas de nuevas extensiones.
Los primeros resultados se esperan para el próximo verano. Un grupo que se haga con una extensión puede conseguir el dominio de forma exclusiva, alquilando direcciones que usen esa extensión y rechazando las ofertas que considere.