Un nuevo teclado curvo y revolucionario que se sostiene con las manos.

Aunque sus funciones siempre fueron vitales para el uso de cualquier smartphone u ordenador, su importancia pasa desapercibida para gran parte de la población. Tal es su poco interés que incluso algunos fabricantes se olvidaron a propósito de incluirles en sus novedosos diseños.

Muchos usuarios, eligieron sustituir al teclado, protagonista de esta historia, por reconocimiento de escritura a mano, voz o incluso gestos. También el hecho que desde que apareciera la máquina de escribir su evolución no fuera grandiosa, obligó a los fabricantes a buscar nuevas alternativas.

El teclado Qwerty, conocido así por la disposición de los caracteres en la primera línea de letras, sigue siendo un clásico aunque con el auge de las pantallas táctiles su relevancia quedó en segundo lugar. Por ello, Mark Parker, un empresario y experto en informática de Estados Unidos, quiso devolverle el hueco que se merece.

Tras años y años de estudios y pruebas técnicas, el experto aplaude su nueva creación: un teclado curvo, llamado TREWGrip, que se sostiene con las manos donde las teclas, situadas en la parte inferior del dispositivo, bailan entre los dedos del usuario. Además cuenta con la compatibilidad de todo tipo de dispositivos y permite su uso mientras se está de pie, se camina, se está sentado o bajo una superficie.

Aunque Mark Parker no estudió mecanografía por lo que su habilidad para escribir sin mirar el teclado era nula. Es ahí cuando recordó sus clases de costura en el colegio. “Me fascinaba que no tuviera necesidad de mirar la aguja para situarla debajo de la tela en el lugar exacto donde tenía que atravesarla”, comentó durante una entrevista.

Por lo que, todo ello le llevó a desarrollar una idea totalmente novedosa y que se basa en la recreación en “la parte superior de la botonera oculta que se ilumina al presionar las teclas, con lo que se resuelve el problema para aquellos más reticentes a la falta de visión”. Asimismo, no se olvida de las teclas convencionales ni de su fiel compañero de viaje: el ratón.

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