La reciente decisión tomada por el gobierno galo se suma a la adoptada por la Oficina Federal alemana para Seguridad Informática (BSI), quien ya recomendara a los usuarios de Internet Explorer 6,7 y 8, el uso de otros navegadores, hasta que Microsoft solucione el problema de seguridad que afecta a tales versiones. La vulnerabilidad en cuestión -denominada como Operación Aurora por los analistas de seguridad- fue aprovechada por varios hackers chinos la semana pasada para atacar a Google y a otras compañías.
«Parece que los gobiernos europeos hayan decidido tomar el mando y asesorar a los departamentos públicos y oficiales de sus países para que detengan el uso del navegador más popular de Internet hasta que Microsoft consiga improvisar una solución que ponga fin a la amenaza de seguridad crítica», afirmó a este respecto Graham Cluley, Consultor Senior de tecnología de Sophos, compañía de seguridad TI y protección de datos. «Sin embargo, un cambio precipitado en el uso del navegador podría ser un error. Algunos usuarios pueden no estar familiarizados con una herramienta diferente, lo que provocaría problemas de soporte, además de que algunas aplicaciones basadas en web podrían no funcionar fuera de Internet Explorer”.