Anonymous ha advertido a la OTAN de que no les amenace. En un largo mensaje, el colectivo replica a un informe de la organización militar en el que los señalaba expresamente como una amenaza. El texto concluye asegurando que «no nos teméis porque seamos una amenaza para la sociedad. Nos teméis porque somos una amenaza a la jerarquía establecida».
El documento se inicia con una reflexión en la que separa Gobierno y pueblo. Contrariamente a los supuestos fundacionales de la democracia, asegura, son «entidades distintas» con frecuentes conflictos en sus objetivos y deseos. La posición de Anonymous, prosiguen, es que cuando hay un conflicto de intereses entre Gobierno y pueblo, es el pueblo la prioridad. La única amenaza que supone el grupo es la amenaza a la habilidad de un Gobierno de actuar en desacuerdo con el pueblo «sin tener que hacer frente a las consecuencias democráticas y a las responsabilidades por esta conducta».
Anonymous rechaza que el Gobierno y los militares tengan el derecho de estar por encima de la ley y critica que usen el cliché de la «seguridad nacional» para justificar acciones ilegales». «Si el Gobierno puede romper las reglas, debe aceptar las consecuencias democráticas de ello en las urnas». El documento afirma que es inaceptable que den una explicación al pueblo y otra privadamente. «¿Cómo puede el pueblo juzgar a quienes vota sin ser plenamente consciente de las políticas que realmente persiguen?».