El registro de dominios .xxx, creados para designar en Internet a las páginas web de contenido adulto, comienza este miércoles tanto para las marcas registradas de la industria pornográfica como para aquellas compañías ajenas a este negocio que deseen proteger su marca evitando que alguien vincule ésta con el citado dominio.Antes de finales de año, ICM Registry, la entidad promotora del .xxx, espera que más de 650.000 páginas web bajo esta designación estén operativas.
En una entrevista, el consejero delegado de ICM Registry, Stuart Lawley, ha indicado que ya han recibido 900.000 solicitudes procedentes de 94 países diferentes, incluso antes de que el proceso de registro se haya puesto en marcha. Lawley ha asegurado que serán “muchas, muchas más” las webs registradas para alojar contenido adulto que las solicitudes para bloquear dominios de entidades ajenas a la industria de la pornografía.
El responsable de ICM Registry estima que sólo un 10% de las solicitudes provendrán de empresas que quieran evitar que se les relacione con contenido adulto. ”Será un dominio muy solicitado porque el contenido adulto es increíblemente demandado, se va a vender un montón”, ha sostenido la portavoz de la compañía registradora de dominios Hostalia, del grupo Acens, Inmaculada Castellanos.
Los dominios triple x ofrecen dos ventajas claras, ha explicado Castellanos, “circunscribe a la industria del contenido adulto de forma muy visible” y aporta una mayor seguridad. Esa seguridad se refiere tanto al control parental -en los navegadores se podrá bloquear el acceso a páginas web terminadas en .xxx- como a la garantía de no acceder a contenido infectado por código malicioso.
“El triple x ubicará porno bueno”, ha apuntado Castellanos, quien considera que el simple hecho de ubicarse bajo este dominio (que costará aproximadamente entre 100 y 150 euros) suponeuna declaración de buenas prácticas de cara a los consumidores de este tipo de material.
Al margen de la demanda para explotar contenidos pornográficos, la portavoz de Hostalia ha explicado que también habrá numerosas marcas que, para evitar la “ciberocupación”, soliciten bloquear su nombre y así impedir que otros lo utilicen bajo la triple x.
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