El megaproyecto Google Books, esto es, la digitalización masiva de libros de bibliotecas públicas y universitarias a fin de crear una inmensa biblioteca global en la Red, ha topado con un escollo importante: un tribunal francés dictaminó ayer que, al menos en lo que se refiere a los libros (y extractos de libros) franceses, es ilegal y contraviene los derechos de autor. Es más: multa al gigante estadounidense con 300.000 euros y le previene de que, si sigue haciéndolo, a partir de un mes de la notificación de sentencia le multará con 10.000 euros al día.