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El cuatro de octubre Google tendrá que ir al juzgado. Ese día, el representante legal de la empresa en España tendrá que declarar como imputado por el caso de supuesto espionaje que los coches de su servicio Street View realizaron sobre las comunicaciones de los cuidadanos de los barrios por los que han pasado. Una jueza de Madrid quiere saber qué datos se recogieron y cuántos madrileños se han visto afectados.
A raíz de una denuncia presentada en junio por Apedanica, una asociación que vigila los abusos en la informática y las comunicaciones, el Juzgado de Instrucción nº 45 de Madrid abrió una investigación a Google. Como ha reconocido el propio buscador los vehículos que recorren las calles de medio mundo tomando fotografías para su servicio Google Maps también habrían interceptado y grabado datos de las redes WiFi de los vecinos. En su descargo, la compañía estadounidense ha asegurado que todo se debió a un error de software. Este alegado error está siendo investigado por una decena de agencias de protección de datos y varios tribunales.
