Mientras que en otras partes del mundo los usuarios deben mantener una lucha encarnizada con sus proveedores de Internet para obtener una conexión decente, y en otros hay costos tan altos que un acceso de banda ancha es prohibitivo, una novedad proveniente de Finlandia nos muestra que todavía hay esperanzas para todos los que creemos que la red de redes es algo a lo que toda la raza humana debe tener acceso. Comenzando en julio del año entrante, todos los proveedores de Internet operando en territorio finés deberán garantizar por ley conexiones a la red que posean una velocidad mínima de un megabit por segundo.