Por la misma ley de la oferta y la demanda por la que un local comercial en pleno centro de la ciudad con amplias y accesibles instalaciones y una buena cartera de clientes puede alcanzar un precio de venta astronómico, en el mercado virtual de internet también cotizan al alza los mejores dominios, que son las direcciones de internet que registran empresas y particulares como tarjeta de presentación.
El crecimiento vertiginoso de la red ha hecho aflorar nuevas formas de negocio, entre las cuales el de la compraventa de estos registros resalta por encima de otros, con un volumen de transacciones que marea. En 2010 -los datos de 2011 aún no se han cerrado- se vendieron más de 40.000 dominios a través de Sedo.com, la empresa líder en este sector.
El dominio más caro del mundo fue sex.com, vendido por 13 millones de dólares. El más caro en español fue metal.com, que se comercializó por 165.000 euros.
El increíble mercado que se abre con solo hacer un clic de ratón lo tienen cada vez más claro las empresas, particulares -por ejemplo los bloggers-, y también los ‘ciberespeculadores’, especialistas en hacerse con una cartera de direcciones web que luego venden como en una Bolsa. Ivan Díaz, responsable en España de Sedo.com, explica que cualquiera puede hacerse con un dominio nuevo por unos 10 euros al año, a través de empresas registradoras en internet, pero, evidentemente, hay nombres comerciales que tienen mucho más valor por su posicionamiento, lo que dispara su precio cuando ya están registrados. «Y la mayoría lo están», añade, porque el aliciente de poder vender a buen precio un nombre virtual ha disparado la ocupación de estos registros. Porque el que no llega el primero sale perdiendo.
La empresa que dirige Díaz en España se dedica precisamente a actuar de intermediario entre un cliente interesado en un dominio y un vendedor que quiere sacar el máximo precio a su ‘propiedad’. Facilitan casi cualquier operación mercantil que tenga que ver con una dirección web. «Cuando un dominio está a la venta solo hace falta comprarlo. Si no lo está, se le puede tentar al dueño con una oferta o directamente buscar un dominio alternativo que pueda ser más asequible», resume Díaz. Los que más cotizan siguen siendo los genéricos: ‘.com’, ‘.es’, ‘.net’, ‘.org’… Y da algunos ejemplos de las marcas con denominación vasca que tienen ahora en cartera: ‘sansebastian.com’ se vende a partir de 75.000 euros, ‘guiadesansebastian.com’ a partir de 4.000, ‘bilbaohotel.es’ se ofrece a partir de 10.684 euros o, más asequibles, ‘real-sociedad.es’ por 110 euros, entre una larga lista que espera compradores.
Arbitraje contra los abusos
El abogado donostiarra Jorge Campanillas aterrizó en el negocio virtual en 2005 cuando se produjo la liberalización del dominio ‘.es’, por el cual se flexibilizaron las condiciones para acceder a una de estas direcciones web, lo que se tradujo en un aluvión de registros, pero también un aumento de las quejas de empresas que encontraban su marca ocupada por un usuario desconocido. Defender los derechos de estas compañías contra los abusos de la ‘ciberocupación’ se ha convertido en una de sus principales tareas en el despacho de abogados Iurismática, especializado en Derecho de las nuevas tecnologías.
Los ‘ciberokupas’ son aquellas personas que se dedican a registrar dominios para luego reclamar sus derechos por un precio desorbitado a empresas o personas conocidas, o simplemente para desviar su tráfico a la página web. En 1999, la Icann (Corporación de Asignación de Nombres y Números de Internet) promulgó un tribunal de arbitraje para la resolución de los conflictos que pueden surgir por el nombre de un dominio. «Solo para los dominios ‘.es’ se abren entre 50 y 60 procedimientos de arbitraje al año, de los cuales el 70% son por ciberocupación», precisa Campanillas.
La misma agencia acaba de cambiar el marco regulador y ha permitido el registro de dominios de máximo nivel (‘.com’) a empresas, ciudades y organismos, siempre y cuando se acredite su derecho a ellos y por un coste elevado, unos 144.000 euros, a los que hay que sumar los gastos de mantenimiento, más de 19.000 euros al año. ¿Se endurecerá la pelea ahora por las nuevas direcciones? Campanillas cree que esta nueva liberalización, que muchas empresas han criticado por el sobrecoste que supondrá registrar nuevos dominios para evitar ocupaciones, «no tendrá tanto éxito, pues al final los registros genéricos -‘.com’ o ‘.es’- van a seguir siendo los más valiosos». A la espera de que se despejen las dudas sobre este nuevo horizonte virtual, también hay voces que se preguntan si el negocio se está convirtiendo en una nueva burbuja que acabará explotando, como la inmobiliaria. «Me hicieron esa pregunta hace siete años y aquí seguimos -responde Ivan Díez, de Sedo.com-. No sabemos si el negocio será eterno, pero de momento sigue creciendo a pesar de la crisis».
Como comentario a este articulo me queda decir que, por que a los domainers o inversores de dominios se les llama ciberespeculadores y a los agentes inmobiliarios aqui citados no se les llama especuladores inmobiliarios, por poner un ejemplo…. Supongo que hay clases y clases o mejor dicho intereses e intereses….
Un pensamiento en “Los dominios de euskadi tambien se cotizan al alza en internet”