A Felix Baumgartner, austriaco de 43 años, le gustan las alturas. Y más aun lanzarse desde ellas. Este deportista extremo ha completado un buen puñado de espectaculares saltos desde lugares icónicos de todo el mundo, como el Cristo Redentor de Río de Janeiro, las Torres Petronas de Kuala Lumpur o el Taipei 101, el edificio más alto del mundo. También ha sido el primer hombre en cruzar el Canal de la Mancha en caída libre con la ayuda de un ala de fibra de carbono. Pero este martes 9 de octubre se embarcará en una aventura que ningún ser humano ha experimentado jamás: un salto desde 36.576 metros de altura. Estratosférico. Teledeporte televisará en directo la hazaña a partir de las 14.00.
El proyecto, llamado Red Bull Stratos, ha sufrido retrasos después de que en julio la cápsula presurizada que se utiliza de «trampolín» sufriera daños al aterrizar en una zona escarpada de Nuevo México (Estados Unidos). Sucedió tras el último salto de prueba: Baumgartner se lanzó desde una altitud de 29.610 metros y alcanzó una velocidad de 864 kilómetros por hora; «voló» tan rápido como un avión comercial y pocos minutos después aterrizó sano y salvo con su paracaídas en el desierto.
Baumgartner y su equipo se han estado preparando largo tiempo con el objetivo de superar la marca establecida hace 52 años por el coronel norteamericano Joe Kittinger. El 16 de agosto de 1960, Kittinger realizó su último salto desde la góndola del Excelsior III a 31.300 metros. Durante una caída libre de 4 minutos y 36 segundos alcanzó una velocidad máxima de 988 km/h antes de abrir su paracaídas a 5.500 m de altitud.
«Demostrar que un ser humano puede romper la barrera del sonido en la estratosfera y volver a la Tierra sano y salvo podría ser el primer paso para crear procedimientos de emergencia a las puertas del espacio que, actualmente, no existen», señala Baumgartner. Pero con el salto se intentarán batir hasta cuatro récords: mayor velocidad en caída libre, salto de mayor altitud, vuelo en globo tripulado de mayor altitud y caída libre más larga. Un globo de helio de 850.000 metros cúbicos de capacidad y fabricado en un tipo de plástico ultrafino llevará a la cápsula hasta los 36.576 metros. El principio del otoño en Nuevo México es uno de los mejores momentos del año para el lanzamiento de globos estratosféricos.
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