Wikileaks ha publicado este jueves un total de 287 documentos, llamados Spy Files, con información sobre las actividades de compañías de seguridad, vigilancia y espionaje de 25 países, en lo que su fundador, Julian Assange, ha tildado de «esfuerzo para echar luz sobre una industria secreta que gana miles de millones de dólares». La publicación de estos archivos ha contado con la colaboración de Bugged Planet y Privacy International, así como de medios de comunicación como The Washington Post, L’Espresso, The Hindu Times y la Oficina de Periodismo de Investigación de Reino Unido, según ha informado el diario online The Huffington Post.
Con estos archivos, Wikileaks desvela el funcionamiento de la tecnología de vigilancia y espionaje que los gobiernos y otras organizaciones pueden comprar para espiar a «individuos o poblaciones enteras». En este sentido, de los documentos se desprende que aparatos como Blackberry o iPhone pueden grabar cada toque de teclado que haga una persona y que hay aplicaciones que permiten hacer fotografías a los usuarios de los MacBook mientras los están utilizando. «¿Quién de aquí tiene un iPhone?, ¿Quién tiene una Blackberry? ¿Quién usa Gmail? Pues estáis todos jodidos. La realidad es que los contratistas de Inteligencia están vendiendo ahora mismo a países de todo el mundo sistemas de vigilancia para esos productos», ha dicho Assange durante una rueda de prensa en Londres.
«Las compañías de espionaje internacional están asentadas en los países con tecnología más sofisticada y venden su tecnología a cualquier país del mundo. La industria está, en la práctica, sin regular», ha señalado Wikileaks a través de su página web. «Las agencias de Inteligencia, ejércitos y Policía son capaces de interceptar llamadas sigilosamente y en masa, así como de intervenir ordenadores sin la ayuda o conocimiento de los proveedores de red», ha agregado. «La localización física de los usuarios puede ser sometida a seguimiento si llevan encima su teléfono móvil, aunque no esté en funcionamiento», ha revelado. Assange ha recalcado que Estados Unidos, Reino Unido, Sudáfrica y Canadá están desarrollando «sistemas de espionaje» y que la información está siendo vendida por igual «a dictaduras y democracias».